miércoles, 27 de abril de 2011


La luz de una noche

Obscura y solitaria

Se encendió en tus ojos

El fuego de tu cuerpo

Contagió mi cuerpo

Y nos incendiamos

En las llamas de este fuego

tu boca en cascada

inundó mi boca

sedienta y sola

así la sed se fue apagando

y los sueños

a dos, se van soñando;

de pies descalzos

el camino escarpado

lo transitamos

tu y yo, juntos

a espera que el destino

caprichoso, diga hasta cuando…

LILLE